Nacida en el seno de una familia profundamente católica, conformada por Lucio Upegui Arango y María Jesús Moreno Velásquez, sus padres y Vicente Nicanor su hermano.
Cuando ya estaba segura que las obras a las que tanto amor les había profesado estaban a buen recaudo, casi todas bajo la tutela de las Hermanas de la Presentación, en 1901 decidió fundar una Congregación que se ocupara en socorrer a los más desprotegidos y de esa forma su legado quedara vivo en el tiempo, sus hijas las Siervas del Santísimo y de la Caridad la Congregación que nació a principios del siglo XX y que heredó el espíritu caritativo de la Sierva de Dios María Jesús Upegui Moreno.
Hoy la Congregación sigue día brindando ayuda a los más necesitados y su carisma se extiende por casi una docena de países en las que las religiosas sostienen y lideran obras en los campos educativo, social, de salud, en favor de todas las personas que lo necesiten: niños, adultos, ancianos.
Su misa exequial tuvo lugar el día posterior a su muerte, en la iglesia de la Veracruz, allí mismo donde había nacido su Congregación.
El proceso informativo en pro de su beatificación fue comenzado por las Siervas en 1993, con la ayuda del sacerdote colombiano Horacio Gómez Orozco.