Este la retrató numerosas veces y en diversas poses, desde que era una niña, con ocho años.
Fue inmortalizada en La chiquita piconera,[2] retrato en pose ligeramente inclinada sobre el brasero atizando el picón con la badila y mirando al espectador, en una escena que ha sido objeto de diversas interpretaciones.
[3][4] Su imagen fue utilizada desde entonces como reclamo publicitario en numerosos objetos, sellos, marcas comerciales de jabones, aceites, bodegas y otros productos.
[8] En ellas se acumulan todos los tópicos estéticos y sociológicos del momento.
Fue muy popular al ser repertorio habitual de Estrellita Castro, Conchita Piquer, Pepe Pinto y otros célebres cantantes.