María Pilar Moneva

Su padre fue jurista, catedrático de Derecho de la Universidad de Zaragoza, académico, político aragonesista y presidente del Estudio de Filología Aragonesa.[4]​ Trabajó en un Diccionario de Voces Aragonesas junto a María Pilar Lamarque y María Moliner, un proyecto promovido por el Estudio de Filología de Aragón.[1]​ Ingresó en el Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos.En 1930, en comisión de servicios, se incorporó a la Biblioteca Universitaria de Zaragoza, tras una permuta se quedó en esta biblioteca.Accedió a la dirección y se jubiló en ella.