Su formación como trabajadora social ha sido el punto de referencia para combinar literatura y vida.
[2] Gran lectora desde la infancia, su pasión por los libros la llevó con el paso de los años a adentrarse en la escritura.
[1] Algunos críticos consideran el poemario de temática predominantemente amorosa, un tesoro sin exhibicionismo que muestra dolor sincero y desamor mediante una sutil huella impersonal que hace a los versos más universales y fáciles de compartir.
Además, los cuentos se distribuyen en un gradiente que se inicia con Blanco, pasando por distintos matices de grises hasta llegar al Negro, como una metáfora de situaciones más luminosas y otras lúgubres o tristes.
[9] En 2021 se aventura con éxito en la narrativa infantil y publica El frágil corazón de Marcel (Pintar-Pintar).