Amante de José Cadalso, la muerte de María Ignacia dio origen a una ejemplar leyenda romántica,[1][2] que luego se hizo literaria en las Noches lúgubres del poeta gaditano.
Algunos estudiosos sitúan su nacimiento en Cádiz en 1746 (donde se hallaba su padre ejerciendo como actor);[4] otros la dan como bautizada en 1745 en Carabanchel de Abajo madrileño, trasladándose luego con su padre a Cádiz donde se inició en el mundo de la farándula.
[5] Cadalso moriría once años después, tras haber reinventado su pasión amorosa sin excesivos escrúpulos, pero consiguiendo inmortalizarla más allá de su época y su arte.
[7] El morboso y desgarrado episodio quedaría recogido en su obra Noches lúgubres de 1798.
tu vuelta de los hombres deseada, triunfante del invierno triste y frío.