El 5 de noviembre de 1811 los presbíteros José Matías Delgado, Nicolás, Vicente y Manuel Aguilar y el general Manuel José Arce, entre otros, lanzan el primer movimiento independentista en San Salvador contra las autoridades de la Capitanía General de Guatemala, a la que pertenecía la Intendencia de San Salvador.
Las hermanas María Feliciana de los Ángeles y Manuela Miranda difundieron las noticias del movimiento patriota en la campiña de Sensuntepeque, promoviendo un levantamiento general contra los realistas.
[3] Perseguidos y capturados por los españoles, Sibrián, Morales y Reyes fueron enviados prisioneros al Castillo de Omoa, Honduras.
Fueron condenadas a sufrir cien azotes y a trabajar como siervas sin paga en la casa del párroco doctor Manuel Antonio de Molina y Cañas, cura del templo del Pilar y en ese entonces realista acérrimo que llegó a tachar el movimiento como sacrílego y reafirmó el juramento de fidelidad a Fernando VII de España.
[2][4] La sentencia fue ejecutada por el verdugo frente a la multitud reunida en la Plaza Central de San Vicente en el primer trimestre de 1812.