Manuel Romerales Quintero

Participó en la Guerra hispano-estadounidense en Cuba y en la de Marruecos.

En marzo de 1936 volvió a ocupar el mismo cargo.

Cuando se produjo la sublevación militar, un grupo de oficiales y jefes rebeldes, al mando de los coroneles Luis Soláns Labedán y Juan Seguí,[3]​ ocupó el edificio de la comandancia donde se encontraba el general Romerales y su Estado Mayor, la mayor parte del cual se sumó a la sublevación.

Bajo amenaza de ejecutarlo en ese momento forzaron al general a rendirse y declinar el mando, y tanto él como quienes le acompañaban fueron detenidos.

Se acusó al general Romerales del cierre del casino militar, que ordenó para evitar enfrentamientos entre los oficiales y los militantes de las Juventudes Socialistas Unificadas, de haber elogiado el manifiesto del Frente Popular el 1 de mayo anterior y de plegarse a las directrices del Frente.