Fue el más joven de sus cuatro hermanos y, como era costumbre en su tiempo, fue enviado a estudiar para ser sacerdote.
En 1947 fue ordenado sacerdote en la catedral de Barbastro.
Tras ejercer como párroco en varias localidades durante dos años fue nombrado secretario particular del obispo, entre 1949 y 1968 fue profesor del Seminario Diocesano y Secretario Canciller del Obispo entre 1952 y 1972.
Dirigió el Museo Diocesano de Barbastro desde 1979.
Le fueron otorgados varios premios reconociendo su trabajo como son el Premio Calibo de la Ribagorza o la Almendra de Oro 2002.