Manu García Sánchez

En la etapa cadete el club donostiarra le captó para formar parte de sus categorías inferiores.

Tras tres temporadas, donde jugó 103 partidos y logró 18 goles, fichó por el recién ascendido a Segunda División, el Girona F. C., pero tras la pretemporada el míster Raül Agné y el secretario técnico Miki Albert le comunicaron que no contaban con sus servicios.

Finalmente, fichó por la S. D. Eibar que lo cedió inmediatamente al Real Unión de Segunda "B".

El equipo guipuzcoano acabó en 2.ª posición tras la S. D. Ponferradina y cayó en la 2.ª ronda del play-off de ascenso frente al Ontinyent C. F. En la temporada 2010-2011, tras decidir la S. D. Eibar no inscribirlo en la liga, cambió de aires y recaló en la U. D. Logroñés, donde destacó por su capacidad goleadora por anotar 13 goles en los 53 partidos disputados entre las dos temporadas que jugó en el conjunto riojano.

Tras destacar en la U. D. Logroñés, vio cumplido su sueño de jugar en el Alavés, equipo del que era aficionado desde su infancia.

El equipo albiazul consiguió el ascenso, tras acabar en 1.ª posición, al vencer en la ronda de campeones al Real Jaén C. F. Disputó 33 encuentros y anotó 3 goles (frente a la S. D. Eibar, Lleida Esportiu y Racing de Santander "B"), siendo pieza clave del ascenso.