Luego de la Batalla de Chacabuco, en 1818 regresó a Chile, pero su ferviente apoyo a Jose Miguel Carrera lo hacía sospechoso al gobierno de Bernardo O’Higgins, debiendo regresar a Buenos Aires, en donde fue perseguido y arrestado en un fuerte desde donde debió escapar.
Al tratar de regresar a su país en un buque inglés, éste fue arrojado por una tormenta hacia las islas Malvinas, dirigiéndose luego a Montevideo.
Tras la caída de O’Higgins, regresó a Chile.
Tras el fin del gobierno de Freire, se dedicó a la prensa, escribiendo en periódicos como El Constitucional, El Clamor del Pueblo y El Hambriento.
También fundó su propio diario en 1829, llamado El Sufragante, crítico del gobierno de Francisco Antonio Pinto.