Fue durante varios años funcionario judicial y del gobierno provincial.
Fundó varios pueblos en el interior de la provincia, que no llegarían a alcanzar importancia poblacional; en cambio, sí tuvo éxito la creación del departamento Alberdi.
[2] Su gestión estuvo marcada por el enfrentamiento entre los grupos enfrentados en el radicalismo: ya en septiembre de 1920 se había pretendido someter a juicio político al gobernador, por haber impedido el acceso del público a las sesiones de la Legislatura, por no haber sancionado a los oficiales que habían ejecutado esa orden y por no solucionar la acefalía en la municipalidad de la ciudad capital.
Si bien el juicio político no prosperó, los diputados adictos al gobernador renunciaron a sus cargos.
Poco después, su biblioteca fue incorporada al Archivo General de la provincia.