Manuel Barba y Roca

[3]​ Durante la guerra de la Independencia, tomó parte muy activa en la defensa: asistió a la Junta Suprema como diputado por Villafranca del Panadés y después fue nombrado secretario del ramo de Gracia y Justicia de la superior del Principado.[3]​ Concluida la contienda, se retiró a Villafranca, donde trabajó en varias instituciones cuyo objetivo era contribuir al progreso moral e intelectual de aquella población.[3]​ Elías de Molins cita en su Diccionario biográfico y bibliográfico de escritores y artistas catalanes del siglo XIX a su biógrafo en los siguientes términos:[3]​ Así, inventó, por ejemplo, una máquina para sacar agua que presentó ante la Real Academia de Ciencias Naturales y Artes de Barcelona, de la que era miembro.[3]​ Dejó, asimismo, una disertación sobre el plantío de los árboles y algunos otros escritos de utilidad pública: llegó a obtener en Villafranca la formación del cardenillo y contribuyó a la plantificación de una de las primeras fábricas de hilados de algodón en aquella villa.[4]​ Su nieto, Francisco Javier Llorens y Barba, llegaría a ser filósofo y catedrático.