Manuel Arredondo y Mioño, segundo marqués de San Juan Nepomuceno, fue un militar, gobernador y mariscal de campo español.
Al llegar a América se encontró en una situación mala para el virreinato, Quito se había sublevado en la Primera Junta de Gobierno Autónoma de Quito con Montufar a la cabeza, llega a esta ciudad el 24 de septiembre de 1809, allí se dispone a pasar el tiempo pero los rebeldes los atacan el 2 de agosto de 1810, a lo que este furioso por la acción ordena ejecutar a todo habitante de Quito, de esa forma inicia una masacre en toda la ciudad.
Permaneció en Quito hasta 18 de agosto de 1810, cuando Carlos de Montúfar se sublevó obligándolo a retirarse hasta Guaranda donde sería derrotado en la batalla de Chimbo, el 4 de noviembre de 1812 se casó con Ignacia Novoa Arteta, pero temiendo represalias por parte de los patriotas huyó a Guayaquil junto a su esposa, al llegar al Perú el virrey Abascal le ascendió a Brigadier de los Reales Ejércitos, al siguiente año fue designado Gobernador de Huarochiri donde permaneció tranquilamente hasta 1816.
Se retiró al Perú donde resistió al Primer sitio del Callao al frente del comandante José de La Mar, las fuerzas realistas empezaron a disminuir frente al hambre y el asedio que hacían las tropas acabó haciendo que capitulen el 21 de septiembre de 1821 donde fue capturado por José de San Martín, permaneció como prisionero hasta el 16 de junio de 1823 cuando José de Canterac ingresó a Lima quedando en libertad, embarcándose en una fragata inglesa rumbo a España, donde llegaría el 26 de noviembre de 1823.
Un año más tarde, en 1824, fue nombrado gobernador del castillo de San Juan de Ulua, en Veracruz, no pudo aceptar por una catarata que afectaba a sus ojos.