Mansionario

Se llama mansionario al oficial eclesiástico conocido en los primeros siglos sobre cuyas funciones están divididos los críticos.

Dionisio el Exiguo en su versión de los cánones de este concilio traduce esta palabra por mansionarios: San Gregorio le da el mismo nombre en sus diálogos, lib.

En otro lugar observa el mismo papa que el oficio del mansionario era cuidar de la luminaria y encender las lámparas y velas cuyo cargo viene casi a reducirse al oficio de acólito.

Esta idea corresponde bastante a la etimología del nombre pero se concilia mal con lo que dice San Gregorio.

Diccionario enciclopédico de teología, Nicolas Sylvestre Bergier, 1833