Se educó en el University College, Oxford, donde le hicieron miembro de número en 1689 y tutor en 1691.
Un sermón predicado por él desde el púlpito de la universidad, St Mary's, sobre los términos Persona y sustancia de los Padres, atrajo sobre él una acusación injusta de herejía.
Le obligaron que dejara su membresía y abandonara la universidad; pero el Dr. John Radcliffe le presentó inmediatamente a la rectoría de Headbournworthy, cerca de Winchester (1695).
En este retiro del país él comenzó su laborioso y valioso trabajo que dio lugar a Origines Ecclesiasticae o Antigüedades de la iglesia cristiana, cuyo primer volumen apareció en 1708 y el décimo y último en 1722.
Su objeto docto, exhaustivo e imparcial era dar cuenta tan metódica de las antigüedades de la iglesia cristiana como otros han hecho de las antigüedades griegas y romanas y judías, poniendo las costumbres, usos y prácticas antiguas de la iglesia bajo las cabezas apropiadas, para que el lector pueda tener una visión global de cualquier uso o costumbre particular de los cristianos durante cuatro o cinco siglos.