La popularidad del Presidente cae en picado tras el anuncio de su enfermedad.
Este se traerá a su propio equipo: Connie Tate, su ayudante personal y Douglas Wegland, encargado de discursos para la campaña.
Con el transcurso de las semanas la tensión irá creciendo entre el Equipo de la Casa Blanca (Josh, Sam, Toby y Leo) y los asesores políticos antes mencionados.
Sabe que ha cometido un error al presionar en exceso a varios políticos demócratas para conseguir dinero contra las tabacaleras.
Durante algunas semanas él evitará hablar con ella sobre su cambio de opinión respecto a la reelección.