Hizo los primeros estudios con maestras particulares, y luego en la "Escuela Graduada Francisco Torres" de Villa Dolores recibió enseñanza de Monseñor Filemón Francisco Castellano y del sacerdote e historiador Pedro Grenón, ingresando posteriormente al internado de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús (Villa Cura Brochero).
Ejerció la docencia primaria desde el año 1923 hasta su jubilación, y como Profesora de Castellano en la Escuela Terminal “Mariano Fragueiro” desde la fundación, institución que tuvo por objeto la experimentación de la moderna pedagogía y su aplicación al ámbito argentino.
[4] En su rol de docente, publicó numerosos trabajos pedagógicos en diarios y revistas didácticas sobre la enseñanza del castellano, como la revista “Cristal” junto a Alberto Díaz Bagú, Alejandro Nores Martínez y Jorge Vocos Lescano.
[5] Su actividad poética comenzó formalmente en 1925 con la publicación del libro “Mis rosas pálidas”.
En el Museo Brocheriano se destinó un espacio dedicado a esta poeta, y en Córdoba una escuela (IPEM N° 301[8]), un jardín de infantes[9] y una plaza[10] llevan su nombre.