[1] Están presentes en bacterias acuáticas flageladas anaerobias o microaerófilas.
En el año 1975 se descubrió que ciertas bacterias estaban orientadas según el campo magnético terrestre.
Los cristales más pequeños son superparamagnéticos, es decir, no son permanentemente magnéticos a temperatura ambiente, y las paredes de la unidad se forman en los cristales más grandes.
En la mayoría de las bacterias magnetotácticas, los magnetosomas están dispuestos en una o más cadenas.
Su hábitat predilecto son las zonas húmedas enfangadas o sedimentos marinos donde existen ambientes ricos en azufre y escasos en oxígeno.