Magistro
El cargo de magister officiorum sobrevivió como una función burocrática en la parte oriental (o bizantina) del Imperio romano, pero a finales del siglo vii o siglo viii, se eliminaron la mayoría de las funciones administrativas del cargo y se convirtió en la dignidad de magistro.[1][2] Sin embargo, al menos hasta la época del emperador León VI el Sabio, se recordaba el título anterior completo: su poderoso suegro, Estiliano Zautzes, se registra una vez más como «magister officiorum» (μάγιστρος τῶν θείων ὀφφικίων).[3][4] En sus funciones administrativas, el magister officiorum fue reemplazado principalmente por el logoteta postal, que supervisaba el correo público y los asuntos exteriores,[5] mientras que la guardia personal imperial se transformaba en el tagma.Desde el reinado de Miguel III en adelante, el título fue conferido a varias personas, convirtiéndose efectivamente en un rango cortesano, el más alto en la jerarquía bizantina hasta la introducción de los proedros a mediados del siglo x.[1][5] El rango continuó existiendo a partir de entonces, pero perdió cada vez más importancia.