Fue parte de un conjunto destinado a decorar las habitaciones de su primer mecenas, el cardenal Francesco Maria Del Monte.
La modelo fue posiblemente una amante suya llamada Giulia,[1] o una prostituta que a la postre participaría en La muerte de la Virgen, y que años más tarde fue encontrada muerta en el Tíber.
Sin embargo, el cuadro demuestra el arrepentimiento de la otrora cortesana y su melancolía por ser pecadora.
Aparecen tendidos en el suelo varios de sus objetos, como joyas o dinero, así como aparentemente, un frasco de vino que pudiera representar el típico frasco de alabastro usado para los ungüentos, usado por la Magdalena con Jesús.
[2] En la Magdalena penitente, Caravaggio emula a otros grandes maestros italianos que han representado esta escena, como Tiziano o Rafael Sanzio.