Muerte de la Virgen (Caravaggio)

Le fue encargada por Laerzio Cherubini,[3]​ un abogado papal, para su capilla en la iglesia carmelita de Santa Maria della Scala, en el Trastevere, Roma, en 1601.

La representación de la Virgen María causó cierto escándalo, y fue rechazada como inadecuada para la parroquia, que en su lugar puso un cuadro sobre el mismo tema realizado por Carlo Saraceni.

Aunque su asunción en cuerpo y alma sea un dogma, no hay evidencia documental en relación con la muerte de la Virgen.

Algunos imaginaron una dormición post mortem como un momento en el que Dios resucitó su cuerpo no pútrido y lo llevó al cielo.

La pintura recuerda al Entierro de Cristo en el Vaticano en cuanto a su tamaño, sobriedad y el naturalismo fotográfico.

No hay una nube de querubines llevándola al cielo como hizo una década antes Annibale Carracci[5]​ en la Capilla Cerasi.

Los Apóstoles, a su alrededor, también se muestran entristecidos, pero no mediante expresiones exageradamente emotivas, sino ocultando los rostros.

Algunos consideran inadecuado este último particular, nace la leyenda de que el artista se inspiró en una prostituta ahogada en el río Tíber.

En este sentido, se acerca al tratamiento que pintores de la Reforma como Rembrandt dieron a los temas religiosos.