[3] Se trata de un viento frío, seco y violento, que alcanza corrientemente los 100 km/h y llega a pasar de los 140 km/h (75 nudos).
[4] Puede ser causado por el enfriamiento nocturno del suelo en las regiones costeras, pero cuando sopla muy fuerte se debe a una alza de la presión atmosférica en el noroeste europeo: el aire polar fluye así hacia las bajas presiones del Mediterráneo y al encontrar los obstáculos opuestos por el relieve (los Pirineos, el Macizo Central francés, los Alpes) pasa por las brechas que existen entre estos, sufriendo entonces su velocidad un incremento considerable al ser reducida la sección de las venas.
Llega a ser especialmente intenso en el valle del Ródano.
Se produce en todas la épocas del año, más en otoño e invierno.
En el valle del Ródano se produce un encajonamiento desde su llegada de las alturas del Macizo Central, lo que lo acelera inevitablemente, y por su carácter de viento seco da origen a la luminosidad ambiental típica de la Provenza.