Un sacerdote, el padre jesuita Józef Suryn (Mieczyslaw Voit), llega a una pequeña posada cerca de Smolensk para pasar la noche.
Ya cuatro sacerdotes antes que el padre Suryn han intentado exorcizar a la madre Joan, pero sin éxito.
Los aldeanos de la posada sienten curiosidad por el turbulento pasado del convento y hacen todo lo posible por seguir su historia en desarrollo.
Así, el mozo de cuadra, Kaziuk (Jerzy Kaczmarek), guía al padre Suryn e interroga a la única monja no poseída, la hermana Malgorzata (Anna Ciepielewska), para saber lo que sucede, cuando ella hace sus visitas nocturnas a la posada.
El padre Suryn, tras descubrir que la madre Joan está poseída por ocho demonios, logra exorcizarla en colaboración con otros sacerdotes.
Aunque dialéctica en el argumento, astuta en el análisis psicológico y sofisticada en la dirección artística, la controvertida película fue ampliamente interpretada en los países occidentales como una polémica anticatólica”.