Charlot, que persigue los favores de Mabel, la amiga de un campeón automovilístico, le ofrece un paseo en su motocicleta pero la deja caer en un charco haciendo que ella vuelva a sus antiguos amores.
Charlot entonces sabotea con ayuda de dos acólitos el auto de su rival y lo encierra para que no pueda participar en la carrera pero al iniciarse esta Mabel toma el volante y sale a correr en su lugar.
Es la última película de Chaplin en la que no tiene participación en la dirección.
La trama es confusa y por momentos (especialmente durante la carrera) la acción se prolonga en demasía.
Aquí, Charlot no es más que un personaje antipático, mentiroso, brutal, feroz (boxea, muerde, golpea).