Sin embargo, a pesar de ser aún más liviano que el MK 101, el MK 103 era todavía muy pesado para ser utilizado en aviones de caza, por lo que su empleo no fue muy extenso.
Se desarrolló una versión modificada que tenía un cañón más ligero, el MK 103M, que posiblemente fue probada para su uso como Motorkanone en cazas monomotores tales como el Me 109K, pero probablemente nunca entró en servicio.
En consecuencia, el MK 103 estuvo principalmente limitado al papel de arma aire-tierra para su uso contra vehículos blindados.
Cada cañón iba montado debajo del ala en un contenedor de armamento.
En las últimas fases de la guerra, el MK 103 también fue empleado como cañón antiaéreo, montado sobre afustes simples o en baterías dobles.