La M-30 discurre íntegramente por el municipio de Madrid, rodeando sus distritos centrales, y en su recorrido enlaza con las principales carreteras nacionales radiales, que nacen en Madrid, así como con otras autovías (A-42, M-607, M-11, M-500) y con numerosas calles interiores.
Tiene una forma semejante a la de un diamante, con tres sectores claramente diferenciados, que responden a su evolución histórica: Existe por otra parte, un enlace de conexión directa ("by-pass sur") entre el sector este y el oeste que evita el paso por el Nudo Sur de los tráficos que quieran rodear el casco urbano sin abandonar la autopista.
Dicho enlace es subterráneo en su totalidad y discurre por debajo de zonas del centro urbano (fue abierto mediante tuneladoras).
Es interesante destacar que, durante los primeros meses posteriores a la inauguración, se produjeron muchos robos de vallas separadoras así como atropellos de vecinos que intentaban cruzar a pie la nueva vía.
El proyecto[1] consistió en diversas actuaciones y modificaciones en la M-30 a lo largo de todo su recorrido, entre las que cobraron una especial significación el soterramiento mediante túneles de la vía a su paso por la ribera del río Manzanares y la construcción del "by-pass Sur", en el que se utilizaron las dos tuneladoras más grandes del mundo (Dulcinea y Tizona).
En concreto, los sectores en los que se dividió el proyecto fueron los siguientes:[2] Desde que fue anunciado, el proyecto encontró una fuerte contestación por parte de la oposición política en el Ayuntamiento –PSOE e IU– así como parte de diversas organizaciones ecologistas.
Asimismo, con el comienzo de las obras a esta oposición se sumaron diversas asociaciones vecinales.
En sentido horario desde el Nudo de Manoteras: La M-30 aparece en numerosas películas ambientadas en Madrid.