Los músculos papilares son unas proyecciones musculares con forma de cono que se encuentran situados en el interior de los ventrículos cardíacos.
Parten del endocardio (la pared interna del corazón) y se insertan en los bordes de la válvula mitral y la válvula tricúspide mediante unas cuerdas tendinosas.
Estos músculos inician su contracción antes que el ventrículo y la mantienen durante toda la sístole, tensan las cuerdas tendinosas, lo que mantiene unidas las cúspides valvulares, evitando su prolapso y el flujo de sangre retrógrado desde el ventrículo hacia la aurícula durante la contracción ventricular.
[1][2] En el ventrículo derecho, los músculos papilares principales son tres: El ventrículo izquierdo tiene dos: Ambos son mayores que los músculos papilares del ventrículo derecho, debido a que el ventrículo izquierdo realiza más trabajo que el derecho.
La rotura de alguno de ellos, a pesar de su pequeño tamaño, puede traer graves consecuencias, pues ocasiona una incompetencia valvular y durante la contracción del ventrículo la sangre fluye en sentido inverso al fisiológico, penetrando en la aurícula, lo cual desencadena insuficiencia cardiaca.