Máximo (en latín, Maximus), fue un usurpador del Imperio romano (409 - 411) en Hispania.
Mientras ocupó el poder, Máximo se vio envuelto en una guerra civil contra los otros dos emperadores, Constantino y Honorio.
Viendo las pérdidas en los ejércitos de los dos usurpadores, Honorio envió a su propio general, Constancio III, con un ejército para atacarlos a ambos, con el cual Constancio consiguió bastantes éxitos.
Tras la muerte de Geroncio en 411, vencido en Arlés por Constancio, Máximo renunció a sus derechos e ingresó en un monasterio.
Fijó su capital en Tarraco; en 411 firmó un foedus con suevos, vándalos y alanos.