Mártires colombianos de la Orden Hospitalaria

En Barcelona los esperaba el cónsul de Colombia Ignacio Ortiz Lozano.

El cónsul se quejó de lo sucedido pero no pudo hacer nada para ver a los prisioneros.

La madrugada del 9 de agosto los jóvenes fueron asesinados a tiros por los milicianos.

El cónsul consiguió que le permitieran reconocer los cuerpos y les fotografió.

Sus cuerpos fueron sepultados en una fosa común, lo que no ha permitido la identificación de los mismos.