Estos dispositivos traen integrado un cajón para guardar el dinero y usualmente al cerrarse se da por terminada la transacción comercial.
La primera caja registradora fue inventada por James Ritty una vez concluida la guerra civil estadounidense.
[1] Era el propietario de un saloon en Dayton, Ohio, Estados Unidos, y necesitaba evitar que sus empleados continuaran hurtando sus ganancias.
En 1884 este vendió a su vez la empresa a John H. Patterson, que la rebautizó National Cash Register (NCR) y mejoró la máquina incorporando un rollo de papel para registrar las transacciones, creando por tanto el ticket o recibo.
Al mismo tiempo, la apertura del cajón genera un campanilleo o sonido de aviso.