A principios del siglo VII a. C., la escritura jeroglífica luvita, que ya por entonces tenía más de 700 años, cae en el olvido.Los textos compuestos de varias líneas se escriben normalmente en estilo bustrofedón.La escritura está formado del orden de 500 signos únicos,[4] algunos con varios valores.Un signo dado puede funcionar como un logograma, un determinante, un silabograma, o una combinación de los mismos.En los raros casos en que el logograma no puede ser transcrito al latín, se hace a través de su equivalente aproximado hitita, grabado en mayúscula itálica, por ejemplo, *216 ARHA.