Aparentemente eran grupos pequeños de parientes organizados en clanes o similares con funciones territoriales, políticas y económicas.
También eran importantes las conmemoraciones de la muerte, así como pequeños ritos y danzas ceremoniales.
La vida de la aldea estaba controlada por la elite: noot (jefe hereditario), paxa’ (oficial de ceremonias), y puupulam (consejo del poblado), cuyos miembros eran ancianos que tenían ’ayelkwi (poder).
No se conoce cuándo llegaron a la zona, pero los restos más antiguos son de Temacula (2700 a. C.).
Los primeros estudios etnográficos sobre el grupo fueron realizados en torno a 1812 por el misionero Jerónimo Boscana y están recogidos en su obra "Chinigchinich".
Cuando en 1821 México se independizó de España, su territorio pasó a soberanía mexicana.
Estos los pusieron bajo tutela del BIA, quien constituyó siete pequeñas reservas para ellos, donde viven hoy en día.