Luisa Moreno

Cuando todavía era una adolescente, organizó La Sociedad Gabriela Mistral, que presionó con éxito para la admisión de mujeres en las universidades guatemaltecas.

Se unió al Congreso de Organizaciones Industriales (CIO) y fue representante del sindicato United Cannery, Agricultural, Packing, and Allied Workers of America (UCAPAWA), asumiendo en 1940 la edición de su periódico en lengua española.

En 1937, se estableció en el barrio Encanto de San Diego, que utilizó como base para su activismo a nivel nacional.

Algunos fragmentos se imprimieron en panfletos del Comité, creando un legado que duró mucho más allá de su discurso.

En el mismo año, cofundó una oficina de empleo en San Diego con su amigo Robert Galván.

Sin embargo, a los mexicanos se les prohibió trabajar en la industria petrolera, los astilleros y otros campos relacionados con la guerra, y quedaron relegados a los trabajos con salarios más bajos.

También investigó los abusos por parte de militares en San Diego, asesorando al concejal Charles C. Dail sobre el asunto.

Invitó al Almirante David W. Bagley, comandante del Undécimo Distrito Naval en San Diego, a una reunión de líderes comunitarios y laborales del área de San Diego.

Un representante de la Asociación "llegó a tener un gran respeto por su carácter, habilidad y honestidad".

Si bien se la consideraba educada y respetuosa de la ley, su activismo le granjeó enemigos.

Ella y su esposo comenzaron a recibir cartas amenazadoras por su trabajo contra la brutalidad policial.

Más tarde regresó a Guatemala, donde fue entrevistada por varios historiadores antes de morir.

Desde la década de 1970, activistas e historiadores han intentado reconstruir su papel en los movimientos y darle la relevancia apropiada.