Heredero de su padre al ser el primer hijo varón, fue considerado un niño inteligente y adecuado para la futura tarea de ser rey.
Hubo decoraciones levantadas en la terraza del Palacio de Versalles para la iluminación y los fuegos artificiales que se dispararon con motivo del nacimiento.
Un niño inteligente y precoz con un sentido de gobernar desde temprana edad, fue adorado por sus padres.
Al final se casaron con el futuro Carlos IV de España.
Después de caer de su caballo-balancín en el jardín principal del palacio, en 1760, empezó a cojear y le apareció un tumor en el fémur.