Luis de Espíndola y Villavicencio (Jerez de la Frontera, c. 1600-Lima, 1670) fue un escultor español que desarrolló su carrera en el Virreinato de Perú.
Se le considera el último representante andaluz de la escuela escultórica limeña.
Trabajó en Potosí, Chuquisaca y Lima.
En Mochumí (Lambayeque) se conserva la escultura de un Resucitado que correspondería a sus últimos años.
Está documentada la realización de los relieves del retablo de San Antonio del convento de San Francisco en Potosí.