Su primera guitarra la construyó él mismo, a la edad de catorce años, cuando se inició en el oficio de carpintero.
Luis Kalaff Pérez la encontró en una calle, la remendó, comenzó a tocarla y desde entonces, fue su más fiel compañera.
Llegó a incursionar en géneros como el merengue, mangulina, salve, carabiné y bolero, entre otros.
Llegó a componer casi dos mil canciones, muchas de ellas interpretadas por cantantes dominicanos como Alberto Beltrán y Fernando Villalona.
Cuatro años más tarde el Senado de la República lo declaró "Artista Meritísimo".