Su título era honorario y no tenía jurisdicción territorial.
Adquirió cierta notoriedad política en el curso de los enfrentamientos entre el Parlamento y la Corona, y su nombre fue mezclado al "Escándalo de la Harina" que estalló en París a comienzos del reinado de Luis XVI.
Durante la Revolución, se exilió a Inglaterra con la primera ola de emigración de 1789, volviendo a Francia poco después.
Los revolucionarios le arrestaron y encarcelaron arbitrariamente pero tuvieron que soltarle al retirarse los cargos contra él.
Instalado en Barcelona, falleció allí sin hijos de su matrimonio con la princesa María Fortunata de Este en 1814 con la ciudad ocupada por las tropas napoleónicas desde 1808.