Tenía ascendencia italiana por parte de su abuelo paterno, Andrés Ferrero Agnelo.
Con el pasar del tiempo colaboró con otros periódicos como el "Diario de Costa Rica" y la "Prensa Libre".
Estando en ese país también llevó cursos de tipografía y artes del libro, lo cual le permitió, a su regreso a Costa Rica, poder introducir técnicas nuevas que favorecieron el proceso editorial.
[2] Una vez en Costa Rica organizó la primera exposición individual del artista costarricense Francisco Zúñiga, llevada a cabo en el Museo Nacional.
También se dedicó a organizar en conjunto con un grupo de libreros las primeras ferias del libro.
En 1987 recibió el Premio Magón, considerado el máximo galardón que se le puede otorgar a un artista o intelectual costarricense.
A pesar de estos y otros reconocimientos que recibió en vida, Ferrero siempre manifestó cierta extrañeza y desconsuelo al notar como muchos extranjeros seguían su obra, mientras que los costarricenses en general nunca mostraron gran interés en ello.
Durante sus últimos años de vida sufrió algunas penurias económicas, al no recibir una pensión digna.