El compositor y escritor francés Hector Berlioz lo inmortalizó en una diatriba en su autobiografía.
[3] En 1773 fue a París a estudiar corno francés con Johann Josef Rudolf (Rodolphe) y posteriormente composición con François-André Danican Philidor.
Con el advenimiento de la Revolución Francesa, se vio en aprietos con las nuevas autoridades y tuvo que renunciar a su puesto en la Ópera de París.
Huyó del terror de la revolución en 1790, aunque regresó y consiguió ganarse la vida a duras penas dando clases particulares y arreglando óperas e incluso oratorios para los teatros parisinos.
En 1801 empezó a trabajar como instructor en la Ópera de París, pero tuvo que abandonar al año siguiente; de todas formas volvió a ser contratado en 1806.