Louis Adam

A los 17 años se estableció en París, dando un concierto y una sinfonía para violín, arpa y piano, combinación desconocida hasta entonces, que le valió la amistad y protección de Gluck, el cual, reconociendo su mérito, le encargó el arreglo de muchas piezas de sus óperas.

Desde entonces, dejó de componer y se dedicó exclusivamente a la enseñanza del piano.

Se le considera como el fundador y jefe de la escuela francesa de piano, de su clase surgieron numerosos alumnos notables, entre ellos: Kalkbrenner, Hérold, Ilhemaigne, Henri le Moine.

Además de numerosas sonatas, melodías y romances, publicó tres obras de estudio para la enseñanza del piano: Les premières leçons, Méthode nouvelle pour le piano, y, en colaboración con Lachnith, Méthode ou principe général du doigté pour le forte-piano.

Es padre del distinguido compositor Adolphe Adam.