Después de haber vivido en Francia, en Viena y en los Países Bajos, se estableció en Ginebra, desde 1937 hasta su muerte; allí vivió en un sótano.
Escritor raro y exigente, Hohl casi no publicó libros, y fueron además bastante cortos.
Varios escritores, como Max Frisch, Friedrich Dürrenmatt, Adolf Muschg, Peter Handke[1] o Ferenc Rákóczy, al rendir homenaje a su obra, lograron su difusión aunque fue un autor poco conocido.
Ludwig Hohl no se relacionó mucho con el mundo literario helvético.
Muchos textos fueron elaborados lentamente; así Escalada fue iniciado en 1926, pero solo lo concluyó a finales de su vida, en 1975.