Ludovico Maria Sinistrari

Realizó varias investigaciones y escribió sobre aquellos individuos, acusados de tener relaciones sexuales con demonios.

No en vano, su consejo fue en varios momentos, dirigidos contra los enemigos de la Iglesia católica, incluyendo sus referencias a Martín Lutero como un "hombre-demonio engendrado".

Profesando la opinión tradicional, en la que los actos lésbicos merecían ser quemados, Sinistrari se basó en una investigación médica, donde especialmente estudió a Caspar Bartholin, respecto a la anatomía femenina, y presentar así, una nueva visión de lo que constituye el delito de sodomía.

Ya otros juristas habían sostenido que, al igual que en los casos de violación, la penetración era necesaria para la constitución del delito, en caso de la mujer, podía ser considerado delito, si y sólo si, se utilizaran instrumentos artificiales para ejercer la penetración, tal como fue el caso de dos monjas españolas que fueron quemadas por tales prácticas sodomitas.

Sin embargo, Sinistrari ingeniosamente argumentó, que el crimen podría ocurrir sólo si una mujer poseía un clítoris lo suficientemente largo para penetrar a la otra.