La calle donde nació y vivió le marcó estos primeros años pues estaba en el centro de la vida económica y social del gran Utiel de principios del siglo XX.
En la ciudad ha recibido diversos homenajes y muestras de cariño de amigos y poetas, muchos son los que le han dedicado poesías, como María Pérez Yuste, José Enrique Ejarque Ejarque o Jesús Platero Briz.
Ese mismo día se inauguró un mural cerámico en su casa natal en la calle Cavera.
Sobre el libro “Impresiones Líricas”, la prensa señala en 1934: En este libro de versos se muestra un poeta… Aquí hay lo que necesita el verso para ser poesía: emoción, una emoción ardiente y casi religiosa sugerida por varios temas o al choque de cualquier sensación espiritual… Para el profesor y maestro José Enrique Ejarque Ejarque: Lucio Ballesteros nos regaló la modestia de lo simple, la sencillez desnuda de lo eterno.
Muy lejos de riquezas y oropeles, nos ofrece la inocencia, la lágrima, el reflejo.
es el tenue destello de un simple y hogareño candil que ilumina, sin desdibujarlo con cromatismos necios, sin colores chillones, su pequeño universo.