Fueron tres días intensos de grabación bajo la supervisión técnica del Portugués Da Silva.
Con el master del disco fresco en sus manos Mercedes Sosa salió a mostrarlo a los sellos y no consiguió que ninguno se interesara.
Decepcionada, esas cintas originales quedaron cajoneadas y olvidadas en el archivo de los estudios Ion.
Pasaron más de diez años hasta que su hijo Fabián Matus finalmente las recuperó.
[1] Seis de las canciones incluidas originalmente en este álbum, alimentaron después los repertorios de los discos "Corazón libre", "Acústico en vivo" y "Cantora".