Loyola (San Sebastián)

El corazón del barrio, lo forma un triángulo limitado por las vías del Topo (ferrocarril de vía estrecha que une San Sebastián con Hendaya), el río Urumea y la Travesía de Loyola (carretera San Sebastián-Hernani, que soporta un tráfico importante).

Dentro de Loyola tiene personalidad propia el barrio de Txomin o Txomin Enea, situado entre la carretera San Sebastián-Hernani y el río Urumea, a medio camino entre Loyola y Martutene.

En 1912 se construyó la línea del Tren de la Frontera, que unía San Sebastián con Hendaya (hoy en día conocido como Topo).

Unos años más tarde se comenzaron a construir los Cuarteles de Loyola en la margen derecha del río, que fueron inaugurados en 1926.

En torno al casco antiguo del barrio se construyeron casas de entre 3 y 4 plantas, que se alternaban de forma bastante anárquica con las casas bajas y los caseríos prexistentes.

La iglesia parroquial del barrió se inauguró en 1937, para atender a las necesidades de un barrio que ya reunía una población bastante importante.

Hasta el momento el Ministerio se ha negado a ceder o vender los cuarteles argumentando que «siguen siendo necesarios para la defensa nacional»[8].

Posee una capacidad para 150 reclusos aunque a principios de 2007 tenía ingresados 320 presos.

Esta cárcel fue construida en 1948 y aunque ha sufrido diversas reformas se encuentra en un estado obsoleto y se prevé su cierre a medio plazo con la construcción de una nueva cárcel en Guipúzcoa.

Caserío Patxillardegi