Loxosceles variegata

Esta especie fue descrita originalmente en el año 1897 por el aracnólogo, entomólogo, ornitólogo y botánico francés Eugène Louis Simon, con el nombre científico de Loxosceles variegatus.

[1]​ La descripción de la especie se basó en un único individuo (holotipo), un ejemplar inmaduro, posiblemente hembra.

[2]​ Como en otros integrantes del género Loxosceles, L. spadicea presenta patas largas y finas; los quelíceros están fusionados en las bases; exhibe sobre un algo deprimido cefalotórax un notorio surco longitudinal; y cuenta con 6 brillantes ojos, los que forma una disposición en triángulo con el vértice apuntando hacia el frente, al poseer un par anterior y un par a cada lado.

[3]​ Cuenta con registros de Sapucay, Asunción, Villa Sana, etc.[2]​ Está más activa durante la estación cálida.

Es nocturna y sedentaria, tejiendo una irregular tela blanca bajo rocas, entre troncos o escombros, bajo la corteza de los árboles o en construcciones humanas, como gallineros, galpones, garajes, etc. Se oculta fácilmente detrás de cuadros o muebles, en hendiduras de paredes, etc.[2]​ Esta araña no es agresiva, solo puede morder si se la intenta capturar o accidentalmente se la comprime sobre la piel al introducirse entre la ropa, toallas, sábanas, zapatos, etc. Es peligrosa para los seres humanos ya que cuenta con glándulas venenosas que producen varias toxinas (la más importante es la esfingomielinasa), las que al ser inoculadas por una mordedura, producen una enfermedad denominada “loxoscelismo”, la que genera una escara necrótica ulcerosa alrededor de la mordedura, sobre una superficie que puede llegar a los 20 cm de diámetro.