Empezó a hacer atletismo en el instituto, y luego continuó en la Texas Woman's University, donde lo practicaba simultáneamente con el baloncesto.
Además ese mismo año saltó 1,95 m en Los Ángeles, consiguiendo así el récord de su país.
Además ese año consiguió por primera vez superar la barrera de los dos metros, saltando 2'01m en Roma.
Para desempatar debían volver a intentarlo, y Kostadinova falló, mientras una sorprendente Louise Ritter conseguía superar el listón e igualar con 2,03 m la mejor marca de su vida, ganando la medalla de oro con un nuevo récord olímpico.
Tenía 30 años, y consiguió así el logro más importante de su carrera.