En este ensayo, Duranty evita el término «impresionismo», popularizado ya por la prensa -en un primer momento con valor satírico-, en favor de la etiqueta «nueva pintura», con que pretende dar cuenta de las innovaciones de los jóvenes pintores, tanto en cuanto a la técnica pictórica como a los temas.
Las ideas de Duranty se ajustaban bien a la pintura de Edgar Degas o Gustave Caillebotte, pero no tanto a la de los paisajistas como Claude Monet o Camille Pissarro.
Se ha especulado sobre la posibilidad de que fuese hijo ilegítimo del escritor Prosper Mérimée.
En noviembre de 1856 fundó junto con Jules Champfleury la revista Réalisme, que sacará seis números, hasta mayo de 1857.
[2] Su novela más reconocida fue Le Malheur d'Henriette Gérard, de 1858.