Inspirándose en Julita y su amiga Katy (Laura Valenzuela), que trabajan como mecanógrafas en una agencia de viajes, deciden montar ellos una empresa turística propia, VIRPA (de Virgilio y Paco), para hacer viajes guiados por Madrid.
Para ello, alquilan un autobús (con dinero de Katy como socia capitalista) a un chófer, aprovechando el rato libre que le deja el trabajo.
Al día siguiente, cuando ya tienen reunidos a un grupo de turistas, se presenta el chófer para comunicarles que necesita el autobús para un entierro.
Improvisando, Virgilio y Paco llevan a todos los visitantes al entierro como parte del recorrido turístico.
Carlos Aguilar en su Guía del cine español dice que la película es "a su manera, un clásico".