A pesar del veto, tuvieron un gran éxito comercial sin precedentes, que traspasó fronteras en países como Colombia, Ecuador y Perú.
En los dos años siguientes realizaron una gira nacional con 200 000 espectadores en todo Chile, en América Latina, Estados Unidos y España.
[11] Paralelamente, González se reunía con Tapia a componer, mientras planificaban un proyecto musical más ambicioso: querían ser tan famosos como The Beatles.
Según Narea, los militares habían considerado que Los Prisioneros podían ser peligrosos para la estabilidad del régimen de Augusto Pinochet.
[33] Este trabajo contó por primera vez con Narea y Tapia como compositores; González les prometió que compondrían los tres juntos, pero finalmente lo hizo por su lado con un total de diecisiete canciones.
Los recintos controlados por los militares les cerraron sus puertas y lo mismo hicieron otros tantos por temor a represalias, por lo que solo pudieron actuar para particulares; la gira inició el 19 de abril en el Instituto Miguel León Prado de San Miguel, y terminó en mayo en Copiapó.
[87] Al cierre se unieron a Sting, Peter Gabriel, Tracy Chapman, Bruce Springsteen, Youssou N'Dour, el grupo mendocino Markama y los chilenos Inti Illimani, para cantar el tema «Get Up, Stand Up» de Bob Marley, ante más de 10 000 chilenos y 18 000 argentinos.
Por órdenes del médico tuvo que regresar a Chile para tomar reposo y la banda debió cancelar el resto de su gira.
Todo esto le sirvió de inspiración a González para crear las canciones que al final quiso plasmar en el cuarto disco.
[98] En agosto de 1989,[f] Narea actuó por última vez en directo con Los Prisioneros, hasta el reencuentro en 2001, en una reunión privada con los ejecutivos del sello EMI Odeón.
[100] En mayo se hizo pública su salida de Los Prisioneros, aunque en un principio argumentó que fueron diferencias artísticas con González, hubo especulaciones del triángulo amoroso.
[105] Poco menos de un mes, consiguieron un contrato con Capitol Records para editar el álbum en formato CD en Estados Unidos.
La utilización de teclados y sintetizadores, incorporados desde Pateando piedras, impregnaron por completo el disco con un sonido synth pop.
El 24 de octubre anunciaron su separación en Santiago; de paso, lanzaron un álbum recopilatorio más un VHS titulado Grandes éxitos, que incluía «We are sudamerican rockers», tema que no se había editado en Chile;[85] vendió 120 000 copias en Chile y 54 000 en el extranjero.
La única persona que presenció el momento fue la periodista Marisol García, quien no entregó los detalles a la prensa ni tampoco estos se enteraron.
[151] La versión de «Estar solo» por Carlos Cabezas, contó con González en los coros junto a Álvaro Henríquez y Roberto «Rumpy» Artiagoitia.
[157] Más tarde, González acusó a EMI de no pagar ningún derecho por sus producciones cuando pertenecían al sello.
[188] Más tarde, Fonseca comentó que cuando sacaron el DVD, de ahí en adelante lo empezaron a pasar mal.
[196] Por su parte, González fue obligado a firmar un contrato en el que se le prohibió expresamente hablar, sin embargo, fiel a su estilo irreverente, cuando subieron al escenario, entró desafiante pidiendo pifias (silbatinas) al público, y se las ingenió para lanzar sus críticas al improvisar en las canciones: en «Sexo» arremetió contra la hipocresía de los canales de televisión conservadores Canal 13 y Mega que decían defender los valores cristianos mientras se callaban los crímenes cometidos en la dictadura, o bien transmitían contenido subido de tono inmediatamente después del sermón religioso con el que cerraban el noticiero, y también contra la oposición de la Iglesia católica al uso del condón.
[214] El 24 de julio, presentaron «San Miguel» como segundo sencillo en un recorrido en una micro amarilla que hicieron por la comuna que los vio crecer y forjar como grupo, nuevamente para el programa Ciencia ficción de la radio Rock & Pop, en donde contaron sus vivencias en aquella localidad.
[233] No pasaron ni diez minutos, cuando de pronto González botó todos los micrófonos ante la insistencia, y dejó el lugar sumamente molesto.
[239] Por esos días, la gente empezó a llamarlos «Los Prisionellis»,[240][241] nombre dado por Henríquez como broma para explicar esta nueva alineación durante la fallida conferencia de prensa.
Se incorporó al grupo desde 2001 como técnico, acompañándolos en las últimas treinta presentaciones, incluyendo las giras por México, Estados Unidos y España.
[258] El segundo sencillo, «Manzana», contó con la participación de la cantante infantil Christell Rodríguez como protagonista del videoclip.
[259] A pesar de todo esto, apenas vendió 9000 copias,[260] pero logró un mayor reconocimiento en Perú, Colombia y México.
[274] González, radicado en Berlín entonces, rechazó una propuesta en septiembre de 2014, formulada por personeros del canal Chilevisión, que pretendía juntarlo con Tapia en un concierto en el Estadio Nacional.
[299] Cuando entraron al Liceo N.º 6 en marzo de 1979, escuchaban principalmente a The Beatles, Kiss, Queen, Bee Gees, Supertramp, entre otros.
[331] De acuerdo con González, «Muevan las industrias» les dio identidad en América Latina en países como Colombia, Venezuela, Perú, porque sonaba diferente a las grandes potencias del rock en español y argentino.
«Y veinticinco años después vemos que parte del resentimiento —pero no la gracia, la novedad ni la melodía— sigue vigente».
Por eso, Jorge se incomoda cuando le preguntan sobre esto, porque él nunca sintió haciendo canciones de protesta».